Sin importación: Peligra la exportación de carne ante la falta de insumos

La limitación a las importaciones se siente cada vez más fuerte. Desde la industria del libro hasta la producción de automóviles se ven afectadas por la falta de un insumo clave. A pesar de la insistencia de las cámaras, el Gobierno no da respuesta.
El anuncio de la próxima Feria del Libro de Buenos Aires dejó al descubierto las fallas en el sistema que limitan el acceso a un insumo clave. «La Fundación El Libro manifiesta su preocupación sobre la escasez y el aumento del valor del papel«, dicen desde la organización llamando la atención sobre el esfuerzo que debe realizar el sector editorial para hacer frente a este problema que no es nuevo pero tiende a acentuarse.
Enseguida salta a la vista que este insumo no sólo es clave para la industria editorial sino que forma parte de la vida cotidiana de las personas -desde los papeles que se utilizan en el hogar o que sirven para envasar alimentos y medicamentos- y el devenir de diversas industrias cuyo negocio ingresa divisas al país, como la exportación de carnes.
Claudio Nardini, vicepresidente de la Cámara Argentina del Papel y Afines (CAPA), explica que la crisis podría afectar incluso la producción de los papeles que se fabrican en Argentina, que son apenas unas pocas variedades, ya que esas plantas utilizan ciertos insumos importados. Y ahí es donde está el problema que se repite en cada sector de la cadena: «No autorizan SIRA», sentencia una y otra vez el empresario.
Utiliza un término coloquial que hace referencia a las autorizaciones que precisan las empresas para importar a partir de la instauración del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que fue presentado como un instrumento destinado a facilitar «el intercambio de información con los organismos externos que participan en el desaduanamiento de las mercaderías y adhieran a la ‘Ventanilla Única de comercio Exterior Argentino'».
En Argentina, explica, hay tres fábricas de papel Obra o Bond que se utiliza en cuadernos, fotocopias y libros, entre otros. Estas marcas son: Celulosa Argentina Ledesma y Papel Tucumán. Si bien sus plantas se encuentran en el país, parte de los insumos que utilizan -especialmente productos químicos- son importados y la falta de los mismos pone en riesgo su producción. Lo mismo ocurre, explican desde la CAPA, en Papelera del Sur que es la única productora de cartulinas para envases -desde medicamentos y alimentos hasta repuestos mecánicos- y aparte de un 50% de materiales reciclados de origen nacional, utiliza un 50% de pasta y químicos de origen extranjero. «No hay autorizaciones del SIRA», repite Nardini y aclara que este papel -de alto gramaje y con determinadas cualidades que lo convierten en una alternativa buena para el packaging- es fundamental tanto en la industria farmacéutica como en la de alimentos.