Massa descarta un shock antiinflación, pero crece el operativo “CFK 2023”

El ministro de Economía confía en que la reducción gradual del déficit fiscal y la emisión monetaria para financiarlo, las tasas altas pero sin más subas, la estabilidad cambiaria y los Precios Justos pueden ayudarlo a bajar el IPC del 6% mensual, pero posterga de abril a fin de año la meta del 3%. Su falta de resultados en la materia empequeñece su figura y agigante la de la vicepresidenta, con la promesa de volver a la economía de 2015.
Sergio Massa ha negado desde que llegó en agosto al Ministerio de Economía que quiera candidatearse a presidente, pero los suyos lo sueñan como tal. Claro, primero debe doblegar a la inflación.
No le alcanza con haber estabilizado el tipo de cambio y haber evitado una hiperinflación. Y en ese sentido el 6% del índice de precios al consumidor (IPC) de enero ha desinflado sus expectativas de consagrarse como candidato indiscutido del Frente de Todos (FdT). No logró su objetivo de bajarla al 4% el primer mes del año.
En la medida en que decrecen sus posibilidades de aspirar a la Casa Rosada, se pintan paredones con la leyenda “CFK 2023”, se pegan afiches que rezongan “¡Proscripción, un carajo!” y sindicalistas como Roberto Baradel, Sergio Palazzo, Abel Furlán, Omar Plaini, Vanesa Siley, Hugo Yasky, Sonia Alesso y Walter Correa, también ministro de Trabajo bonaerense, se reúnen con Máximo Kirchner para pedir que su madre, Cristina Fernández, se postule para volver a ser jefa de Estado.
Sus dirigentes más fieles aseguran que los votantes recordarán que en 2015 estaban económicamente mejor que ahora y que en 2019, cuando terminó el gobierno de Mauricio Macri, con Patricia Bullrich como su ministra de Seguridad y Horacio Rodríguez Larreta como su baluarte porteño.
Saben que es difícil que gane en segunda vuelta, pero apuestan a que triunfe en la primera: con más del 45% de los votos o con entre 40% y 44% y más de diez puntos de diferencia sobre la dividida oposición.
La reflexión de Massa y su equipo de economistas, incluidos Gabriel Rubinstein, Marco Lavagna y Matías Tombolini, es que el IPC se ha estabilizado en un nivel alto y será difícil que baje en los próximos meses. Por eso, el viceministro Rubinstein ya admitió públicamente que el 3% llegará a fin de año. Ya no hablan de abril.